Cerrar una empresa no es un fracaso. Es un acto de responsabilidad.
Una decisión que, tomada a tiempo y bien ejecutada, te permite pasar página sin dejar flecos…ni facturas pendientes con Hacienda.
Pero, como todo en el mundo fiscal y legal, la liquidación de una empresa no es solo una despedida sentimental. Es un proceso técnico, formal y exigente que, si no se hace bien, puede convertirse en una trampa de costes, sanciones y dolores de cabeza.
Y en Cierzo Tax estamos aquí para evitarte eso.
Porque cerrar bien una sociedad no es solo un trámite administrativo: es proteger tu patrimonio, tu reputación… y tu tranquilidad.
Dejar una sociedad “inactiva” sin disolverla oficialmente implica seguir generando obligaciones con Hacienda, la Seguridad Social y el Registro Mercantil. Obligaciones que nadie te va a perdonar si se acumulan.
Una liquidación mal hecha puede arrastrarte años después con sanciones, reclamaciones y problemas legales. Por eso, hacerlo bien no es una opción, es una necesidad.
En Cierzo Tax vemos a diario que no hay un solo motivo, sino muchas razones legítimas para cerrar una empresa:
Falta de rentabilidad: El negocio no genera lo suficiente para sostenerse.
Inactividad: La sociedad ya no tiene actividad, pero sigue existiendo en el papel… con todas sus obligaciones.
Discrepancias entre socios: Diferencias de visión que hacen inviable seguir juntos.
Cambio de rumbo profesional o personal: A veces, simplemente es hora de empezar algo nuevo.
Sea cual sea tu caso, recuerda: cerrar bien una empresa es una forma de empezar bien la siguiente etapa.
Aquí tienes el proceso desglosado, de forma clara y sin tecnicismos:
1. Acuerdo de disolución
Los socios deben aprobar en junta la disolución de la empresa. Esto se formaliza en acta y, si corresponde, con escritura pública ante notario.
2. Nombramiento de liquidadores
Generalmente los propios administradores asumen esta función. Su trabajo es liquidar deudas, cobrar lo pendiente y repartir el patrimonio.
3. Liquidación de activos y deudas
Aquí se cancelan préstamos, se devuelven avales, se vende lo que queda, se pagan a proveedores y se liquida el patrimonio restante.
4. Cierre contable y fiscal
Se presenta el balance final de liquidación y los últimos impuestos: IVA, retenciones, Impuesto de Sociedades, etc.
5. Escritura de extinción
Una vez todo está liquidado, se otorga la escritura pública de extinción de la sociedad.
6. Inscripción en el Registro Mercantil
Con la escritura, se inscribe la extinción de la empresa. A partir de aquí, ya no existen obligaciones fiscales ni legales.
Liquidar mal una empresa —o no hacerlo— puede salir muy caro. Aquí te dejamos algunos de los riesgos más habituales:
Formularios que debes tener en cuenta
Durante el proceso, hay una serie de modelos y documentos obligatorios:
Los costes varían dependiendo del tipo de empresa, los activos y el estado contable, pero para que te hagas una idea:
Consejo Cierzo: si existe patrimonio (vehículos, inmuebles, saldos…), la liquidación debe planificarse con precisión para evitar costes fiscales innecesarios.
En Cierzo Tax hemos acompañado ya a decenas de empresas en este proceso. Sabemos lo que implica (legal, fiscal y emocionalmente) y por eso ofrecemos un servicio de liquidación integral, con total transparencia y sin complicaciones.
Solicita nuestra ayuda y deja que lo complicado lo gestionemos nosotras. En Cierzo Tax, nos encargamos de que la liquidación de tu empresa sea clara, legalmente correcta y sin sorpresas.